1. Seleccionar el mejor grado de la sustancia disponible para el trabajo analítico Siempre que sea posible emplear el frasco de menor tamaño que pueda proporcionar la cantidad deseada.
2. Volver a colocar la tapa en el frasco inmediatamente después de tomar el reactivo; no dejar que lo haga otra persona.
3. Tomar los tapones de los frascos de reactivo entre los dedos; nunca dejarlos sobre la mesa.
4. A menos que se indique otra cosa, nunca devolver a un frasco cualquier exceso de reactivo. El dinero que se ahorra al regresar los excesos queda superado por el riesgo de contaminar todo el frasco.
5. A menos que se indique otra cosa, jamás introducir espátulas, cucharillas o cuchillos dentro de un frasco que contenga una sustancia sólida. En lugar de ello, agitar vigorosamente el frasco tapado o golpearlo suavemente contra una mesa de madera para romper cualquier incrustación; entonces, verter la cantidad deseada. Si esto no funciona, utilizar una cucharilla de porcelana limpia.
6. Mantener limpio y pulcro el anaquel de reactivos y la balanza del laboratorio. Limpiar de inmediato cualquier salpicadura, incluso cuando alguien más esté esperando para utilizar la misma sustancia.
7. Respetar los reglamentos locales referentes a la disposición de excesos de reactivos y soluciones.
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